Derrota muy amistosa ante Puebla

El equipo de Arruabarrena perdió 1 a 0 en México.

Más allá de estas líneas, apenas informativas y para nada pretenciosas, nadie recordará jamás en una sobremesa que Boca perdió 1 a 0 con el Puebla en una noche de noviembre. No habrá semblanzas sobre los defectuosos cierres de Luciano Monzón y ni siquiera un apunte de rencor sobre la tonta expulsión (penal mediante) de Alexis Rolín. Tal vez un fanático muy fanático cuente que se durmió tarde anoche porque había un partido que, habida cuenta del carácter de olvidable del mismo, tampoco podrá rememorar. En algunos años, en la cabeza de todos, el amistoso de ayer ni podrá reconstruirse ni se habrá jugado.

Ni el más hambriento de fútbol, ese que mira a los equipos de mitad de tabla hacia abajo de la liga de España o ese que sabe quién es el clásico rival del equipo de Chipre al que se fue Fernando Cavenaghi, debe haber esperado algo del encuentro en el que Boca ofició de invitado de honor en la reinauguración del estadio Cuauhtémoc.

Matías Alustiza hizo los honores con un frentazo que puso el 1 a 0. Como para quitarle brillo, fue el propio Chavo el que luego tiró afuera el penal que regaló Rolín. El equipo de Arruabarrena formó con Orión; Marín, Tobio, Rolín, Monzón; Pérez, Cubas, Meli; Bentancur; Palacios y Calleri.

Boca jugó mal, un poco convidado por el carácter informal del encuentro, otro poco por la flojera mental de haber terminado todas sus competencias y algo más por sus propias incapacidades. A eso, agregó un complemento muy del estilo de estos partidos, en el que entraron mil jugadores y salieron otros dos mil.

Alguien escribirá que hubo un amistoso. Dicen que Boca perdió 1 a 0 con el Puebla a finales de 2015. No lo dude: en un tiempo, nadie recordará este partido.

Fuente: clarin.com

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