Votó Macri: «Tengo una enorme alegría, es un día histórico»

Una multitud lo esperaba en la escuela de Palermo al grito de «Sí, se puede!». Almuerzo en familia y fútbol.

Mauricio Macri tuvo que esperar cinco minutos para poder bajarse de la camioneta que lo llevó a la escuela de Palermo donde emitió su voto. Llegó cerca de las 11.10. La multitud que lo esperaba al grito de «sí, se puede!» obligó a improvisar un cordón de seguridad que le armó un pasillo entre el vehículo y la puerta de la escuela.

Sonriente, de camisa celeste, Macri se dirigió rápidamente a la mesa de votación, portando, como en cada elección, una bolsa con facturas para las autoridades de mesa y fiscales partidarios. Lo esperaba su esposa, Juliana Awada.

El candidato de Cambiemos no tuvo que esperar. Ni bien llegó a la mesa, entregó su DNI y a las 11.15 ingresó al cuarto oscuro. Como el picaporte estaba roto, una autoridad electoral se plantó en la puerta para mantenerla cerrada.

Macri se tomó un minuto, salió y depositó su voto en la urna, posando para los fotógrafos. Estrechó la mano de las autoridades y al fiscal del FPV, un jovencito de 16 años, le acarició la cabeza.

Luego hizo unas breves declaraciones a los periodistas que hacían guardia, pero fueron poco menos que inaudibles. Dijo que estaba muy tranquilo y feliz. «Tengo una enorme alegría, es un día histórico». Cuando le preguntaron cómo seguiría su día avisó: «Me voy a jugar al fútbol y luego a comer con mis hijos y algunos amigos. A las 8 de la noche me voy para el bunker».

Recordó que en el fútbol no le va tan mal. El domingo de la primera vuelta, el 25 de octubre, «metí un gol de tiro libre».

En el medio del caos, le acercaron una bandeja con facturas que ofreció a los movileros. Antes de irse, se agarró una factura que fue comiendo mientras se retiraba de la escuela por otra puerta.

Fuente: clarin.com

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