Sin discotecas, en Pinamar quieren los bailes desde la tarde y en la playa

Este verano no funciona la tradicional disco Ku. Pero el municipio promueve las fiestas al aire libre.

La noche pinamarense ya no es lo que era: no están las súpermodelos ni Charly García improvisa sus shows. “Las vacaciones en Pinamar se volvieron más familiares que en épocas anteriores y cambió el uso de la nocturnidad; un ejemplo es que Ku, un boliche que tenía 7.000 personas por noche de jueves a domingo, el año pasado abría sólo dos veces por semana”, describe Pablo Bertozzi, director de Fiscalización de la Municipalidad de esta ciudad.

Alcanza recorrer las calles de Pinamar alrededor de la medianoche para notar que el movimiento nocturno no es la hora pico de esta ciudad. “El año pasado, en la primera quincena de enero, salían 6.000 chicos por noche; este año son 1.500”, estima Gustavo “Palmer” Mustoni, empresario de la noche porteña y pinamarense, y coordinador este año del boliche Sabbia y del bar Ku Station.

Sabbia se suma a bares bailables como Super XV y a paradores en los que se realizan fiestas nocturnas como Boutique y Ufo Point. Pero no son discos en sentido tradicional. Es en Villa Gesell donde se concentran las salidas nocturnas, a pesar de que los controles se endurecieron tras la batalla campal playera de Año Nuevo. “A la noche agarramos el auto y vamos a Gesell, acá no pasa nada”, dice Matías, de 19 años. Marcelo Armesto, encargado de los boliches geselinos Le Brique y Dixit, asegura que la asistencia mejoró: “Ambos boliches están en un 70 u 80 por ciento de ocupación”. En los primeros días del año, no alcanzaban la mitad de su capacidad.Competían con la playa. En los dos boliches, como en Sabbia, los menores de 18 años pueden ir a bailar a matinée algunas veces por semana: “Es un horario que se consume muy poco”, dice Armesto. Con él coincide Guillermo Benitez, secretario municipal de Gobierno en Pinamar.

Benitez es uno de los autores de un proyecto que por ahora no encontró consenso en el Concejo Deliberante local pero que volverá a presentarse pasada la temporada. “Pensamos en que la playa pueda convertirse en el lugar al que vas a bailar, que las fiestas empiecen y terminen más temprano”, describió a este diario el intendente Martín Yeza, que, respecto de la polémica alrededor de las fiestas electrónicas en Mar del Plata sostuvo: “No estoy de acuerdo con la prohibición de un estilo musical como si tuviera especialmente que ver con el consumo de ciertas drogas”.

“Surgió la idea de que los balnearios hagan fiestas; empezaría el after beach a las 19”, explica Benitez. “Serían los mismos requisitos de seguridad que se exigen a un boliche tradicional”, agregó.

Para que no acceda a la fiesta quien no haya pagado una entrada, el proyecto prevé un vallado perimetral y seguridad privada o guardavidas. “Pero si alguien decide meterese al agua en el medio de la noche, en cualquier lugar de la playa, el Estado no puede responder por eso”.

Clarin

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