Las lluvias extraordinarias caídas el último fin de semana en gran parte del territorio provincial siguen complicando sobre todo la región del norte y noroeste, donde ya hay cientos de evacuados y temen por el inminente desborde de ríos y arroyos. Desde el Gobierno bonaerense admiten que “es una situación delicada”, aunque esperan que en las próximas horas todo “empieza a normalizarse”.

En General Villegas, un distrito con crisis hídrica desde hace 15 meses, personal de Vialidad, Defensa Civil y Bomberos Voluntarios rompieron la ruta nacional 188, por la que ya se puede transitar, y el camino que une a las localidades de Emilio V. Bunge y Coronel Charlone (dos localidades del partido), que va a estar cortado por dos días.

En tanto, este miércoles realizarán el corte en la ruta 226 (que une ese partido con Tres Algarrobos) y esperan que los resultados del escurrimiento comiencen a percibirse en “dos o tres días”.

En Baradero, el camino provisorio a la Ruta 41 –que está cortada por obras- quedó intransitable por el agua que baja de los campos y una localidad, Santa Coloma, quedó totalmente aislada. En Pergamino, el arroyo homónimo crece unos 12 centímetros por hora y las autoridades admiten que es inminente el desborde.

Mientras tanto, en Salto, el río ya superó los 8 metros de crecida y aún se espera lo peor, y en Junín, aún queda algunos evacuados y unas 300 calles intransitables.

Ani Noticias