El inmigrante surcoreano Yeal Kim dirige la Fundación Pro Tejer. Es dueño de la textil Amesud, que emplea a 470 personas.

Yeal Kim migró al lado de la Villa 1-11-14 en 1976 con sus padres y sus seis hermanos por las penurias económicas que pasaban en Corea del Sur. Tenía 18 años y se dedicaron a la misma industria que en su país, la textil. “Durante 42 años jamás sentí una discriminación.”

Noticias: Y ahora los industriales textiles lo nombraron presidente de la Fundación Pro Tejer.
Yeal Kim: Ahí sí me sentí discriminado (risas).

Noticias: Porque le dieron un duro trabajo en esta crisis…
Kim: Valoro la consideración que me han hecho. En Corea es imposible que se considere un extranjero para que lidere un equipo.

Noticias: Pero enfrenta despidos, cierres de empresas…
Kim: Se achicó el mercado de 500.000 toneladas anuales a 400.000 en dos años al caer el poder adquisitivo. Antes compartíamos el mercado con productos importados en un 50%. Hoy el importado está en 60%.

Noticias: ¿Empleo perdidos?
Kim: 35.000 formales, y no tenemos números de informales.

Noticias: ¿Y empeora?
Kim: Sí. Este gobierno no demuestra una política, ni hablo de política industrial, sino macroeconómica.

Noticias: La devaluación del peso contrae el mercado interno, pero los protege de la importación.
Kim: Nos ayuda, a pesar de que tenemos costos en dólares.

Noticias: ¿Es viable la industria textil? Porque ahora Corea del Sur diseña teléfonos celulares.
Kim: En los 70 era un país pobre y agrícola, pero tomó una política industrial fuerte. Apoya al textil para que sea locomotora. En 2000 se empieza a encarecer la mano de obra y se instalan fábricas en China, Vietnam, Indonesia, México, Guatemala y República Dominicana. Pero empresas como Samsung o LG siguen teniendo su sector textil y exportan por excelencia en diseño, calidad y tecnología. Esta industria es viable. El gobierno anterior solucionaba el déficit fiscal emitiendo moneda y el actual, pidiendo préstamo al FMI. Para mí ninguna de las dos formas sirve porque están tapando el agujero, pero para solucionar el problema de fondo la única forma es produciendo industrialmente.

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