Los protagonistas del show porno en la UBA rechazaron las críticas: «Sólo buscan el escándalo y el horror»

Los protagonistas del espectáculo posporno celebraron la repercusión que tuvieron como forma de abrir el debate. Piden que «el placer deje de ser un privilegio heterosexual y destinado a los hombres«.

El show sadomasoquista en uno de los salones de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA sigue generando debate. Tras las fuertes críticas y cuestionamientos por la exposición sexual en un ambiente público, las activistas feministas publicaron un comunicado en las redes sociales para defender el movimiento y reabrir el debate sobre lo políticamente correcto. Explicaron que se trata de «una plataforma artístico-política que cuestiona al porno comercial» y «lucha contra la heteronormatividad» del sexo, además de acusar que los medios de comunicación solo buscaron «el escándalo y el horror».

«Entendemos al posporno como una plataforma artístico-política que permite experimentar, visibilizar y volver deseables diversidades de cuerpos y prácticas sexuales no convencionales. Emerge como crítica a la industria del porno comercial, ya no desde la censura sino desde la creatividad y el empoderamiento de cuerpos no hegémonicos que crean su propio porno, colectiva y autogestivamente», escribieron las activistas Laura Milano (autora del libro Usina posporno), Rosario Castelli, Milo Brown, Elena Urko y Majo Postop.

Además, las mujeres manifestaron su enojo respecto al tratamiento que los medios de comunicación le dieron a la exposición: «Que de todo esto queden sólo un par de imágenes sueltas descontextualizadas en los medios masivos de comunicación y un centenar de comentarios de repudio, señalamientos y llamados al orden, nos habla sobre cómo opera permanentemente la censura en cada uno de nosotros, pero fundamentalmente habla de cómo operan los medios masivos de comunicación en la búsqueda del permanente escándalo, horror y sanciones para todos. Nos preguntamos: ¿Por qué estos cuerpos desnudos experimentando otros placeres son objeto de urgente censura? ¿Por qué molestan tanto muchos cuerpos feminizados que disfrutan su sexualidad? ¿Se puede pensar desde la lógica argumentativa de la cosificación y la violencia?», se preguntaron.

Los activistas ironizaron sobre las repercusiones que tuvo la muestra de activistas teniendo sexo en vivo al decir: «La sexualidad sigue siendo uno de los campos de mayor disputa de sentidos. La incomodidad surge como efecto de las normas inscritas en nuestros cuerpos acerca de cómo debe ser el sexo, dónde, cuándo y para qué. Celebramos el debate que se dio en cada mesa, en cada familia, en cada oficina, en cada barrio alrededor del noticiero que por un día fue más porno que Tinelli. Celebramos más aún que se hable del porno, que se cuestione, se desarme, se destruya y se reinvente. Que se nombre eso que nos oprime. Celebramos cada paso que nos acerque a una sociedad en la que el placer y el goce dejen de ser un privilegio heterosexual y destinado a los hombres«.

El término «posporno», al parecer, fue acuñado por primera vez por el artista holandés Wink van Kempen en los años 80. Según un manifiesto publicado en un blog que Bañón realizó hasta 2007, la intención de su movimiento es «hacer saltar por los aires los estrechos corsés» que encierran las identidades sexuales y las fantasías eróticas.

Las autoridades de la Facultad aclararon que no fueron notificadas sobre el contenido de la actividad y que no había autorización para desarrollarla en cualquier lugar del edificio. Además, indicaron que sancionarán a los responsables de coordinar el área. A través de un comunicado, el decano Glenn Postolski garantizó que «se citará a los responsables del área y se establecerán las sanciones correspondientes«. Aseguró también que las autoridades «no fueron informadas acerca del contenido de la actividad y que no existía autorización alguna para su realización en los espacios de libre circulación».

Por su parte, el ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, sostuvo la semana pasada que si bien no conoce el concepto de posporno en profundidad, «se puede discutir hasta académicamente». Aunque agregó que «estas prácticas no ayudan». «Confundieron el lugar con el objeto que querían transmitir», añadió.

El caso llegó a la Justicia: la Fiscalía de la Ciudad (N° 35) y la Comisaría 16 de la Policía Federal,abrieron una investigación para determinar si los protagonistas de la performance titulada «Miércoles de placer» incurrieron en el delito de «exhibiciones obscenas», por lo que podrían ser condenados.

Fuente: infobae.com

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