«Hice una macana, le disparé a mi hermano, que Dios me perdone»

«Hice una macana. Me paré frente a mi hermano y a una corta distancia, le disparé», esa fue confesión de un peón de 44 años que recorrió 50 km y cometió el homicidio, a raíz una vieja pelea.

Juan Ángel Lobo (44) llegó a la Comisaría 18ª de Campo Gallo, desde el paraje San Carlos, distante a unos 50 kilómetros. Se conducía en una motocicleta y se encontraba en estado de ebriedad. Pidió hablar con el oficial de turno y reveló la tragedia familiar que se habría suscitado alrededor de las 2.30 de ayer.

Luego de escuchar su relato, los efectivos se dirigieron hasta la vivienda de la familia Lobo. Encontraron en el patio de la casa, en un charco de sangre, el cuerpo sin vida de Rubén Fernando Lobo (37). El mismo presentaba una herida en el pecho.

El arma homicida era una escopeta calibre 16 mm que estaba a escasos metros del cuerpo.
Los hermanos habían compartido una noche de copas y discutieron —como era habitual— hasta que Juan le efectuó el fatal disparo a su hermano menor.

Entre lágrimas, Juan Ángel Lobo le contó a la Policía que luego de concretar el brutal crimen quedó shockeado y se dirigió hasta la comisaría para entregarse.

«Dejé la escopeta en mi casa. Ahí está el cuerpo de mi hermano. Me mandé una macana, que Dios me perdone», fueron las palabras de arrepentimiento y dolor que expresó el presunto homicida que estaba bajo el efecto del alcohol. Los efectivos incautaron en la vivienda de Lobo el arma empleada para cometer el crimen.

Fuente: minutouno.com

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