El duro equipo del sur planteó un esquema inteligente para enfrentar al rojo, que venía entonado por su triunfo de la semana pasada sobre Olimpo.

Los de Avellaneda sintieron la ausencia de Jesús Mendez, ausente por haber llegado a la quinta amarilla. Pellegrino optó finalmente por Papa para su reemplazo, pero el ex Velez estuvo impreciso, siendo anticipado en incontables oportunidades por los hombres de Témperley.

El doble 5 conformado por Julian Vitale y Franco Bellocq no trascendió, y, para colmo de males, Pisano tuvo una noche para el olvido. Afortunadamente para el rojo, el flaco Albertengo siempre está, y molesta a los adversarios en todo el frente de ataque. El otro que anduvo en muy alto nivel, fue Martín Benitez, liberado por el técnico para moverse libremente por el campo (gran acierto), que se las ingenió para complicar a toda la defensa. Justamente de esta sociedad nació el único gol del rojo, llevándose Benítez la pelota por la derecha con amagues y librándose de la marca de 2 jugadores de Témperley, tuvo la claridad para levantar la cabeza y ver a Albertengo entrando entre los centrales. El centro que colocó fue perfecto, buscando la cabeza del ex Atlético de Rafaela, que la colocó junto a un palo, imposible para el arquero de Temperley. Benítez casi convirtió el segundo luego de robar la pelota en tres cuartos de cancha, y probar por sobre el arquero al verlo adelantado, dando la pelota en el travesaño.

Los jugadores de Témperley, estando en desventaja, se adelantaron y apretaron la salida de Independiente, llegando una vez con peligro al arco del ruso Rodriguez.
Un párrafo aparte merece el mal arbitraje del Sr. Juan Pablo Pompei, que dirigió a mucha distancia, permitiendo jugar al límite de la violencia, no sancionando evidentes infracciones.

De a poco y con el orden como premisa, Independiente sumó 10 de los últimos 12 posibles y encabeza una reacción para pensar en los puestos de arriba.