La UCR hizo su balance poselectoral y se prepara para reclamar puestos a Macri

Encabezados por su presidente, Ernesto Sanz, un revitalizado radicalismo hizo una demostración de su poder territorial y prometió movilizar a sus cerca de 450 intendentes para el ballotage.

Hubo un clima general de algarabía aunque, también, mesura: celebraron las conquistas, pero nadie quiso cantar victoria en la Nación antes del ballotage. En la sede de su Comité Nacional, en el barrio porteño de Congreso, el titular de la UCR Ernesto Sanz, acompañado por autoridades partidarias y los ganadores del domingo -sólo faltó Julio Cobos-, se reunieron el martes para hacer un balance del desempeño electoral de Cambiemos. Y algunos números justificaron la alegría: 83 nuevos intendentes -alcanzando los 446 municipios radicales en todo el país-, nueve capitales de provincia gobernadas por radicales (Río Gallegos, Viedma, Neuquén, Santa Rosa, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Paraná y San Salvador de Jujuy), tres gobernadores(Jujuy, Mendoza y Corrientes), dos vicegobernadores -Buenos Aires y Santa Fe-, 19 diputados electos -renovaba una docena- y seis senadores electos -renovaba siete-.
Sanz estuvo secundado por el gobernador electo de Jujuy, Gerardo Morales; el vicegobernador electo de Buenos Aires, Daniel Salvador; la vicegobernadora electa de Mendoza, Laura Montero, y los reelectos intendentes de Santa Fe, José Corral, y de Córdoba, Ramón Mestre.
En una declaración que llevó la firma de Sanz y de Lilia Puig de Stubrin -presidente de la Convención Nacional-, el radicalismo se regodeó en su decisión de haber ido a un acuerdo con el PRO, pero consideró también -en un guiño a Sergio Massa- que «Cambiemos no es la única fuerza que trabaja por el cambio» aunque sí aquella que «los argentinos han reconocido como el vehículo más capacitado para hacerlo posible». Sanz dijo que la UCR está ya en campaña para el ballotage y prometió movilizar a los intentendes, que el próximo 7 de noviembre se reunirán en la ciudad de Santa Fe, convocados por Corral.
Sanz argumentó que el acuerdo sellado en marzo y los resultados del domingo «le devolvieron equilibrio y alternancia a provincias feudales», aunque omitió un detalle: en Mendoza y Jujuy, las dos provincias en las que la UCR se alzó con la gobernación, el radicalismo encabezó una coalición amplia, que incluyó al Frente Renovador. En efecto, algunos dirigentes lamentaban por lo bajo un botín demasiado escaso para las expectativas que, a comienzos de año, tenían de alzarse con una docena de provincias.
Consultado por Infobae sobre las negociaciones para integrar el gabinete bonaerense, Daniel Salvador, compañero de fórmula de María Eugenia Vidal, eludió dar precisiones pero sostuvo que el PRO y la UCR «ya están integrados» y que el partido «ya puso sobre la mesa sus activos», por lo que, previsiblemente, lo esperable es que el radicalismo reclame lugares en el gobierno.
A nivel nacional, por el momento el radicalismo tiene la mira puesta en ganar el ballotage -una buena oportunidad, según el titular del radicalismo, para «alejar el marketing» y «profundizar las propuestas»-, y hasta que eso no suceda no habrá reclamos de más ministerios, aunque en sectores opositores a la conducción del partido consideraron demasiado escasa la retribución que hiciera Mauricio Macri al anunciar a Sanz como ministro de Justicia.
El electo gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, fue uno de los protagonistas de la tarde: prometió «liberar de la esclavitud» a los tupaqueros y aseguró que Milagro Sala «va a tener que rendir cuentas. También, anunció que rescindirá los contratos petroleros firmados por Fellner para explotar el Parque Nacional Calilegua.
Fuente: infobae.com

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