En la primera vuelta, Gianni Infantino y Salman Bin Ebrahim el Kalifa sacaron la mayor cantidad de votos. Ya se desarrolla la segunda ronda con cuatro de los cinco candidatos que se habían presentado.

El nuevo presidente de la FIFA se conocerá después de la segunda vuelta en la elección que se desarrolla este viernes en Zúrich, y contará con cuatro de los cinco candidatos que habían comenzado la compulsa, aunque con dos con mayores chances: el suizo nacionalizado italiano Gianni Infantino y el jeque de Bahrein Salman Bin Ebrahim el Kalifa.

Ambos son los favoritos en la segunda ronda, después de haber sacado la mayor cantidad de votos en la primera vuelta, instancia en la que ninguno de los cuatro aspirantes que participaron de la contienda llegó a los dos tercios de los votos necesarios para ser proclamado vencedor. Además, antes de comenzar la elección había declinado de su candidatura el sudafricano Tokyo Sexwale.

El primer recuento de votos dejó a Infantino con 88 votos y a Salman con 85. Más atrás quedaron el príncipe jordano Ali bin al Hussein (27) y el francés Jerome Champagne (7).

La votación comenzó a las 10, hora argentina (en Suiza son cuatro horas más), y concluyó alrededor de las 11.40. En representación de la AFA, el voto fue emitido por el presidente de Racing, Víctor Blanco, quien encabezó la delegación nacional junto con el titular de Boca, Daniel Angelici.

Cada uno de los cuatro candidatos dispuso de 15 minutos para dar su discurso antes de comenzar con la elección, el último intento (público) para seducir a los votantes, más allá del lobby que hubo antes del 65° Congreso de la FIFA.

En ese momento se destacó el carácter políglota de Infantino, quien dio su discurso, alternadamente, en los cinco idiomas que maneja a la perfección: italiano, francés, español, alemán e inglés.

En su alocución, el representante europeo le dio un mimo a Sudamérica, a la que consideró «el corazón del fútbol», sabedor también que la Conmebol había definido, en su sesión del jueves en Suiza, darle el apoyo en bloque con sus diez votos.

A su vez, Infantino prometió un reparto con las federaciones de las ganancias de la FIFA, con una redistribución del 25 por ciento de los ingresos.  «La FIFA genera 5.000 millones de dólares (4.500 millones de euros). «Es normal que no se puedan destinar 1.200 millones a las federaciones?», se preguntó el secretario general de la UEFA.

Infantino emergió como candidato europeo después de Michel Platini, el postulante original, fuera alcanzado por los escándalos de corrupción que terminaron por descabezar la conducción del fútbol mundial. Fue de ese modo que Joseph Blatter debió presentar su renuncia anticipada primero, pocos días después de haber conseguido la reelección, para luego ser suspendido por la FIFA.

Quien resulte electo como presidente de la FIFA tendrá un mandato de tres años, los necesarios para finalizar el inconcluso mandato de Blatter, a quien sucedió como interino el camerunés Issa Hayatou.

En los últimos años, Infantino ganó fama mediática por haber sido la cara visible de los distintos sorteos de los torneos de la UEFA, entre ellos la Champions League.

Lleva sólo 15 años ligado al mundo del fútbol, pero ha tenido una carrera ascendente. Llegó a la UEFA en agosto de 2000 para trabajar en asuntos jurídicos y comerciales. Fue director del Comité de Asuntos Legales y lideró la coordinación del organismo con la Unión Europea. Desde el año 2009 ocupa el cargo de secretario general de la UEFA.

El jeque Salman Bin Ibrahim al Jalifa empezó el día en medio de sospechas de compra de votos. Es que trascendió el apoyo de la federación de Pakistán, a la que el dirigente le «regaló» el dinero necesario para la contratación del entrenador de su selección. Fue en 2013, cuando Salman fue elegido presidente de la Confederación Asiática.

Antes fue presidente de la Federación de Bahrein y también presidente de la Confederación Asiática de Fútbol Comisión Disciplinaria, y Vicepresidente de la Comisión Disciplinaria de la FIFA.

El jeque había arrancado la elección como gran favorito, pero para la segunda vuelta tal vez se revierta la tendencia por las marcadas diferencias que tiene con el jordano Ali. Y se especulaba que los 27 votos de éste podrían ayudar a Infantino.

«No hipotecaré el futuro de la FIFA por motivos electorales», afirmó Salman en su discurso previo a la elección, en referencia a las promesas de otros candidatos de destinar más dinero a las federaciones a pesar de la difícil situación que atraviesa la entidad.

El también presidente de la Federación Asiática de Fútbol afirmó que hablará con todos los involucrados e interesados en la expansión del Mundial de fútbol y que creará un consejo juvenil. «La generación joven tiene que tener voz. No deberíamos dejarlos fuera».

Fuente: clarin.com