»Vivaldi Fest» El barroco en su máxima expresión. Cobertura e informe especial

Por: Juan Alberto Fernández (@jfernandez943). Fotos: Santiago Pini.

De la mano de la Asociación Cultural La Bella Música, se llevo a cabo el »Vivaldi Fest» en el prestigioso teatro Avenida de la ciudad de Buenos Aires.

Días atrás fuimos testigos y casi participes de un evento  que dejo en claro que la Opera es la mayor expresión musical que el hombre haya alcanzado a través de la historia. Auspiciado por la Embajada de Italia y el Instituto Italiano de Cultura el »Vivaldi Fest» se presento en el teatro Avenida, donde concurrió gran cantidad de gente, entre ellos Agustín, quien fue beneficiado por nuestra radio al ganarse un par de entradas y ser participe de tan eximio evento.

Para esta nota en particular quisimos conocer la opinión de quien estuvo de manera directa en el teatro, por eso nos referimos con anterioridad a Agustin Siffredi, un joven estudiante de música, ex alumno del conservatorio »Alberto Ginastera» de la localidad de bonaerense de Morón y actual alumno de la carrera de Tecnicatura en Grabación y Sonido en la Universidad Nacional de La Matanza.

Consultado, Agustin no solo nos dio su opinión de lo que fue el evento si no que fue mas a fondo y también nos dio una pequeña reseña y critica, desde su perspectiva .

En éste se plantea una obra músico-teatral estructurada con total coherencia alimentada de elementos muy bien pensados, ubicados y representados a lo largo del relato. Nos remite a un momento en la historia en que el padre del Barroco Italiano, Vivaldi, presenta una serie de obras a la realeza Veneciana, en un entorno de fiesta y carnaval. 

 

Está dividido en dos secciones una primera parte comprendida por la célebre y conocida obra «las cuatro estaciones» y una segunda por una serie de conciertos dedicados para distintos instrumentos, esta segunda parte finaliza con uno de los 12 conciertos de la Stravaganza obra de suma importancia porque resume el clímax de la historia: «La Stravaganza N2», ya que esta obra se estreno justamente en un festival de la realeza.

Esta Obra comienza con un Vivaldi (interpretado por Pancho Virasoro) contando acerca de la finalización de su ostentosa pieza, ante un personaje de la Nobleza (interpretado por Sergio Pelacani), momento en el cual el personaje primero presenta a Patricia Pouchulu como la Directora de la Orquesta de La Bella Música dando lugar al comienzo de una primera parte integrada por «Las Cuatro Estaciones».

Las Cuatro Estaciones es un grupo de conciertos para violín y orchesta, cada una de las estaciones es acompañada por un poema introductorio, se supone escritos por el mismo Don Antonio Vivaldi, en el que se quiere representar lo que sentía y observaba en cada uno de estos momentos del año. Vivaldi se esforzó en relacionar su música a los textos, traduciendo estos en música y representando distintos acontecimientos naturales entre las secciones de la orquesta. Cada estación está dividida en tres movimientos rápido- lento- rápido, dos de estos movimientos, el primero y el tercero, están en tiempo de Allegro o Presto, mientras que el de el medio está caracterizado por un tempo de Adagio o Largo; esquema que adoptó en la mayor parte de sus conciertos.

Comienza la primavera…Patricia orquestó un lujoso clima con color de otro siglo envuelto por un aire Veneciano, es muy difícil de explicar la sensación que tuve, era un sonido muy calado en la interacción entre los instrumentos y las matices, con líneas que se despegaban de la orquesta del magnífico violinista Demir Lulja.

Dentro de un primer movimiento que resulta muy conocido, el violinista demostró una ejecución talentosa, precisa y elegante. Dejando lugar a un segundo movimiento mas melódico y calmo, para finalizar en uno tercero más pasional que nos transmite el aroma de las primeras flores y un baile bajo una puesta de sol.

Llega el verano, es importante destacar la pasión, seducción y expresividad que transmite la solista Marta Roca que nos hace fantasear con esos calurosos días y noches, que enciende esos vivos recuerdos de una niñez, dramatiza muy bien cada sección de esta parte de la obra con una intensidad que deja a un público impactado.

Continuamos con el Otoño, sin pasar inadvertido, en este caso Serdar Geldymuradov impresiona con su talentosa y sutil interpretación; me focalizó más en un tercer movimiento que llamó mi atención, ya que evoca a una imagen pintada por las hojas secas que caen de los árboles al llegar el alba.

Finaliza el viaje en el invierno… Sin duda esta es mi preferida, me cautiva, considero que es el momento dramático de la obra en su conjunto, un primer movimiento que comienza muy tenso, emotivo y al mismo tiempo algo lúgubre, que te lleva hasta un poderoso estribillo que explota de forma pasional y lleno de vida que contrasta drásticamente con el principio. El segundo movimiento pinta una imagen más cálida y hogareña, con un fondo que podría traducirse como el caer de las gotas. Llega el fin con este tercer movimiento, el fin de todo, la explosión en toda la orquesta en su conjunto, el drama, la energía, en este caso el solista Daniel Robuschi no solo tiene un magnifico ejecutar e interpretación, sino que favorece la evolución y el desplazamiento de cada uno de los estados emocionales.

Finaliza esta primer parte con Vivaldi y el Noble retirándose del salón, y cerrándose así el telón.

Luego de un breve interludio, comienza una segunda parte con una seguidilla de conciertos entre la orquesta de cuerdas y solistas…

Concierto para guitarra, una adaptación del concierto para Laúd (RV 93), de la mano de Víctor Villadangos, guitarrista que aporto mucha sensibilidad y expresividad a la pieza.

Concierto para dos trompetas (RV 537), por Fernando Ciancio y Jonathan Bisulca. Una excelente pieza donde las trompetas alternaban entre frases de pregunta-respuesta, por otro momento sonando al unísono, teniendo un juego armónico-melódico entre ellas.

Concierto para cuatro violines (RV 580) otro momento digno de la excelencia y virtuosismo de estos cuatro magníficos violinistas: Daniel Robuschi, Marta Roca, Demir Lulja, Serdar Geldymuradov, y la orquesta que los acompaña.

Concierto para Oboe (RV 447) esta vez por el gran Rubén Albornoz, oboísta de la Orquesta Estable del Teatro Colón.

Llegaba el fin del espectáculo donde hacen presencia los bufones de la corte, y en este apartado quiero destacar el excelente trabajo de la puesta en escena, del vestuario (Opera Prima Company) que sin duda cautivo a todo el público.

En este momento la Mtra. Pouchulu comenta una anécdota, mencionada con anterioridad en la nota, sobre esta importante Pieza: La Stravaganza N°2 (RV 279), en este caso por el solista Daniel Robuschi nuevamente, una hermosa obra que sin duda finalizaba de manera muy alegre y enérgica el hermoso show que se había montado.

Con una cálida invitación a bailar el espectáculo daba cierre mientras los bufones danzaban y luego de esto se retiraban del salón.

Debo de ser sincero e involucrarme porque lo que viví esa noche fue mágico, un espectáculo de asombro y de fuertes emociones. Que cuenta con la seriedad, el nivel y la excelencia de tales músicos como lo son la Orquesta de La Bella Música.
Mis mayores felicitaciones a todo el equipo y principalmente a la Maestra Patricia Pouchulu por compartir con nosotros algo tan lindo como lo es la música y más aun por revivir las obras de un gran personaje como lo fue Antonio Vivaldi.

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