El fútbol femenino ya es profesional en Gimnasia: nueve jugadoras firmaron contrato

Se presentó el plantel de Primera División, que en pocos días comenzará a disputar el torneo con el que se inicia la era profesional. También firmaron los cuerpos técnicos de la máxima categoría y de reserva, mientras que se mostró la indumentaria que usarán en la próxima temporada.

“Es una alegría enorme. Juego desde muy chica, empecé a los 5”. A Milagros Díaz, la capitana del equipo de Primera División de fútbol femenino de Gimnasia no se le borra la sonrisa de la cara. Acaba de quedar en la historia del club: fue la primera del plantel en firmar su contrato como jugadora profesional. Después hicieron lo mismo ocho de sus compañeras, en una ceremonia cargada de emoción en la sede social de calle 4.

Además de la chica de 19 años, también pusieron el gancho Florencia Sánchez, Julieta Blanco, Mercedes Carlini, Agustina Maturano, Lali Esquivel, Lucía Guiñazú, Ailín Franzante y Milagros Oliver.

Todo fue en el marco del Media Day, que también estrenó la Manada. Además de presentar al plantel que jugará el torneo que arrancará el próximo 7 de septiembre, en el evento de este mediodía firmó el cuerpo técnico de Primera: tanto el entrenador Mauro Córdoba, como el preparador físico Federico Reichenbach, el ayudante de campo Agustín Martínez y la entrenadora de arqueras Verónica Fuster cobrarán lo mismo que las futbolistas.

“Al club le pedimos equidad, era necesario que entendieran esto. En lo salarial, ninguno del cuerpo técnico cobra más que otro, un hecho inédito casi a nivel mundial. Ningún club logra esto. No vamos a cobrar más que ninguna jugadora y entre nosotros tampoco. Es trascendental para nosotros, un símbolo de este crecimiento”, dijo el DT, quien desembarcó en la institución albiazul desde Villa San Carlos, de donde se trajo a su equipo de trabajo y también a gran parte del plantel.

Fue un año revolucionario para Gimnasia. A mediados de julio las autoridades anunciaron el regreso de la disciplina y en cuestión de pocos meses estrenaron la camiseta oficial -antes que el conjunto masculino-, jugaron en el Bosque ante más de 6000 personas, salieron campeonas de la B y lograron el ascenso. Un camino frenético que las dejó en la historia del Lobo y que también implicó derribar estereotipos de género, cuestionamientos familiares, de compañeros o del barrio: todo para seguir su deseo de jugar a la pelota.

Aunque el profesionalismo recién comienza, el salto es importante. Como en casi todos los clubes, muchas de las jugadoras albiazules complementan su vida deportiva con el ámbito laboral y el académico: hay abogadas, una geóloga y “detodista”, estudiantes de educación física y una de ellas está terminando el Secundario. No dejan de perseguir su sueño, pero también tienen que solventar sus gastos.

En el caso del club mens sana, se firmó un contrato más del mínimo que exige la AFA. Como se sabe, la Asociación del Fútbol Argentino transferirá durante un año $120.000 de manera mensual a cada uno de los clubes de Primera, con el objetivo de costearlos. El régimen será similar al de la Primera C masculina y, según lo acordado en marzo pasado, quedarán dentro del Convenio Colectivo de Trabajo bajo el cual ya están enmarcados los varones de las primeras tres categorías del fútbol argentino.

Además, durante el acto moderado por el dirigente Diego Capra -y que también contó con la presencia de Diego Acerbi, Juan Bova Cardoso y del vicepresidente 1° Claudio Moretto- se anunció que se incorporó un traslado para las jugadoras hacia Estancia Chica, mientras que se destacó el acondicionamiento de una cancha de césped sintético y nuevos vestuariospara el torneo que se viene. Otro de los puntos salientes es que las futbolistas serán evaluadas por los mismos profesionales que atienden al plantel masculino.

“El fútbol femenino no llegó como marketing, llegó para quedarse. El club lo recibió con mucha responsabilidad y compromiso. Queríamos que ellas se sientan profesionales. Y eso no tiene que ver solo con un sueldo, sino con una manera de vivir, de entrenar, de llegar al lugar donde necesitamos que estén”, resaltó Capra, que también presentó a Celeste y Sofía Ferrarini como flamantes entrenadoras de la Reserva.

Luego de la firma de los contratos, se mostró la indumentaria que vestirá la Manada en la próxima temporada. La lucieron tres jugadoras: la camiseta titular, la suplente y el conjunto para las arqueras. En tanto, en diciembre se sumaría un modelo alternativo.

Ahora solo resta esperar el sorteo del fixture, que definirá la fecha de otro clásico platense. Mientras, es todo expectativa y así lo redondeaba la capitana: “La espera se hace cada vez más larga, pero estamos muy contentas y tranquilas. El clásico se juega de otra manera. Nosotras estamos en pleno crecimiento y cortando esos prejuicios. Fue una locura lo que logramos en tan poco tiempo”.

0221.com.ar

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