Lesiones en los ojos y quemaduras en el cuerpo son las consecuencias más frecuentes que padecen adultos y niños por el uso de pirotecnia. Frente a la llegada de las fiestas de fin de año, el ministerio de Salud de la Provincia busca concientizar a padres y demás adultos para que eviten que los niños manipulen esos artefactos ya que, insisten, no existe pirotecnia segura ni de bajo riesgo.

“Todos los elementos de pirotecnia son peligrosos, por eso lo recomendable es prescindir de ellos, pero en caso de utilizarlos es fundamental no dejarlos en manos de los niños y niñas”, sostuvo la ministra de Salud bonaerense, Zulma Ortiz.

Según los datos de la Sociedad Argentina de Pediatría, en nuestro país, más de 1.000 personas por año deben ser asistidas en instituciones sanitarias por lesiones causadas por el uso de pirotecnia, de ese total el 50% son niños y de los adultos asistidos el 75 por ciento son varones.

Sobre estos datos, Laura da Costa Firmino, jefa de la Sala de Quemados del hospital provincial “Sor María Ludovica” de La Plata dijo que “se ha visto que más de la mitad de los niños heridos estaban supervisados por un adulto al momento del accidente, ya que no es necesaria la manipulación directa para lesionarse; de hecho, del 25 al 50 por ciento de los niños afectados eran espectadores u observadores”.

La cirujana detalló que “las lesiones más graves se producen en las manos y muchas dejan graves secuelas, con limitación de la motilidad y necesidad de tratamiento quirúrgico, desde toilet con extracción de cuerpos extraños y pólvora, hasta amputaciones de falanges y realización de cirugías reparadoras”.

La zona del cuerpo más afectada son las manos y la cabeza: en ojos, del 15 a 30 por ciento, mientras que en manos y dedos entre un 20 a 40 por ciento. El resto de los traumatismos por pirotecnia se registran en miembros inferiores, algunos en los pies, por pisar artefactos, mientras que otros en el tronco y los genitales, por la explosión de artefactos pirotécnicos en los bolsillos.

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