La menor tiene 12 años. La mamá se la llevó en abril al país vecino pero el papá perdió todo tipo de contacto. El hombre denunció que fue «escondida en un auto» para cruzar la frontera.

Gabriel Esteban Canto está desesperado. Desde el mes de abril que no tiene comunicación con su hija de 12 años porque, asegura, su mamá, Rosane Lemes Pereira se llevó a la menor de «forma ilegal» y «escondida en un auto» a Brasil.

«Después de haber estudiado portugués y recibirme, decidí viajar a Brasil para poder perfeccionar el idioma. Ahí conozco a Rosane Lemes Pereira, de nacionalidad brasilera. Comenzamos una relación y finalmente en el 2000 decidimos casarnos y apostar a algo más. En el 2003 nace nuestra hija Ana Camille Pereira Canto, de nacionalidad brasilera. Para apostar a su bienestar decidimos volver a la Argentina en el 2003″, relató en una carta para denunciar su situación.

«Luego de vivir cuatro años en un departamento de Villa Urquiza, yo decido darle un final a nuestra relación, ya que tenía que aguantar el maltrato psicológico todos los días y ver el maltrato que ella daba a mi hija», continúa Gabriel. «Decido dar por terminada la relación, sin nunca perder contacto con mi hija, ni con mis obligaciones como padre», asegura. Como la mayoría de los padres separados, llegaron a un arreglo: ella cuidaba a la nena en la semana y él durante los fines de semana.

«Con el tiempo, al no tener un trabajo estable y sin poner mucho interés en el tema, empezaron las cartas documentos por alimento, audiencias, mediaciones (…) Y por eso empezó muchas veces a negarme a mi hija los fines de semana, incumpliendo con el arreglo que teníamos. Dos veces tuve que denunciarla por impedimento de contacto, por llegar al domicilio y negármela«, sostiene Canto. «Al no tener los resultados económicos que ella esperaba, empezó a manifestar la idea de llevarse a mi hija«, continúa.

«El domingo 19 de abril llevo a mi hija a la casa de la madre como todos los fines de semana y nos despedimos como todos los domingos (…) El lunes 20 de abril mi hija concurre al colegio, muy angustiada, dato que nos dieron los compañeros y maestras de ella. Se la pasó todo ese lunes angustiada y llorando, porque sabía que al volver a la casa su madre la estaría esperando para llevársela a Brasil, lugar que ella misma manifestó varias veces no querer irse, por existir un contexto relacionado con el alcohol y a veces con las drogas«, agrega Canto.

«La madre se la llevó sin mi autorización, teniendo mi hija su escuela, sus compañeros, su viaje de egresados, sus sueños de una nueva escuela para comenzar el año entrante, su familia y sus afectos. Todo esto se derrumbó en horas, cuando se encontró con la madre cruzando por el paso fronterizo Paso de los libres – Uruguayana en forma ilegal, ya que ella salió de la República Argentina e ingresó a la República de Brasil escondida en un auto, pasando por los controles sin darse cuenta que lo que estaba pasando era un secuestro por parte de la madre», detalla.

Gabriel judicializó el caso y está en proceso de restitución en la República Argentina, pero para él la Justicia está demorando demasiado en darle la posibilidad, al menos, de verla.»El tiempo que demoran las autoridades, en este caso, es algo que uno no puede entender. Se realiza el pedido de restitución, se da lugar a este pedido, se da con el paradero, se comprueba que fue llevada al extranjero en forma ilegal y todavía tengo que seguir esperando. ¿Qué tengo que esperar? ¿Qué tiene que esperar mi hija? Su vida acá era normal, la de cualquier hija de padres separados: tenía sus sueños, su grupo de vivencia, su familia«, concluye el comunicado.

Fuente: minutouno.com