Newell’s y Temperley no se sacaron ventaja en Rosario

Fue 0 a 0 en el estadio del Parque de la Independencia. Los rosarinos que venían golpeados después de dos derrotas consecutivas no pudieron ante el Gasolero, que se hizo fuerte en defensa y aguantó bien el resultado.

Un telón de insultos y silbidos recibió y despidió esta noche a Newell’s Old Boys antes y después de empatar sin goles con Temperley en un olvidable partido jugado en el Estadio Coloso Bielsa del Parque Independencia de Rosario, por la vigésima fecha del torneo de Primera División de fútbol.

Claro, luego de dos derrotas consecutivas, el equipo rojinegro volvió esta noche a su estadio, donde en su ùltima presentación había perdido nada menos que el clásico contra Rosario Central, el cuarto seguido, y la gente que llenó la cancha se lo recordó desde que entraron hasta que se fueron.

Además, tal vez por aquello de que las malas no vienen solas, como en el tango, apenas habían jugado un minuto y 50 segundos cuando el árbitro Mariano González, quien tuvo una noche casi tan olvidable como la de Newell´s, le dio a Maximiliano Rodríguez un penal por una falta de Ignacio Boggino casi un metro fuera del área.

Pero «Maxi» le pegó al poste izquierdo, algo anunciado, y el arquero Federico Crivelli adivinó y se quedó con su remate, en un partido que no podría haber comenzado mejor, y peor, para Newell’s.

El resto fue un encuentro extraño, entre un Temperley que jugó casi todo el tiempo como si tuviera nueve jugadores: una línea de defensores, cinco volantes y Pablo Vilchez solo contra todos adelante, pero con el agravante que sus volantes no anticipaban y se defendìa casi dentro del área.

Y Newell’s, que dispuso casi todo el tiempo de la pelota llegó bien dos veces por la derecha con diagonales de Lucas Mugni, pero
Franco Escobar, primero, y Martín Tonso, después, patearon muy desviado.

En la mala noche del juez González también hubo un penal de Boggino a ignacio Scocco a los 17 minutos del primer tiempo, no sancionado, tal vez para compensar el que había cobrado por una falta fuera del área y, en el final, redondeó su paupérrima actuación cuando adicionó un minuto a los cuatro otorgados sin que hubiera habido causa alguna.

El final repitió el comienzo de la noche: Newell’s se fue envuelto en un coro de insultos y silbidos, y sumó su undécimo partido de una racha en la que ganó uno, empató cinco y perdió otros tantos.

Fuente: telam.com.ar

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