El camerunés Issa Hayatou estará al frente del organismo hasta mediados de enero, pese a que también enfrenta cargos por sobornos. El español José María Villar sustituirá al francés en la UEFA.

El escándalo de corrupción que se desató en la FIFA en mayo sigue sacudiendo a la casa madre del fútbol mundial y por decisión de la Comisión de Ética, Joseph Blatter y Michel Platini fueron separados de sus cargos por 90 días.

Así el camerunés Issa Hayatou se hará cargo de la presidencia del organismo hasta que se cumpla la pena de los dirigentes cesanteados por ser el siguiente en la línea de mando como vicepresidente senior.

«Si el Presidente cesa definitivamente o está impedido para ejercer sus funciones oficiales, el vicepresidente con más años de servicio le representará hasta el Congreso siguiente«, establece el estatuto y así el africano es quien debe ejercer el cargo.

En los años ochenta comenzó su carrera en la Federación Camerunesa de Fútbol (Fecafoot), antes de pasar a presidir la Confederación Africana de Fútbol (CAF) en 1988 y de entrar en el Comité Ejecutivo de la FIFA en 1990.

Con 69 años y un pasado como atleta, el africano ocupa actualmente además la presidencia de la Comisión de Finanzas, la que tenía como número uno al ex titular de la AFA Julio Humberto Grondona. En 2002 fue candidato a presidente pero cayó ante Blatter, de quien tiempo después se hizo aliado.

El principal logro de Hayatou dentro de la FIFA fue la organización del primer Mundial en África, en Sudáfrica 2010. Sin embargo, su nombre también está vinculado a hechos de corrupción.

En diciembre de 2011, el Comité Olímpico Internacional (COI), del que forma parte, dictó una sanción contra él por su implicación en el caso de sobornos de ISL, colaborador comercial de la FIFA en los años noventa.

El dirigente camerunés reconoció haber percibido unos 15 euros en efectivo de la empresa televisiva para financiar las celebraciones del 40° aniversario de la CAF en 1995, lo que para el COI representa un conflicto de intereses.

En junio, Hayatou admitió a la revista Jeune Afrique un pago de 1,8 millones de dólares a la CAF por empresarios cataríes «para poder exponer su proyecto» para ser sede del Mundial de 2022 durante el Congreso de la CAF en Luanda, en enero de 2010.

Además, el dirigente está salpicado en el sangriento tiroteo contra el micro de la selección de Togo en Cabinda, en la Copa de África de Naciones de 2010. Dos miembros del cuerpo técnico del equipo togolés murieron. La CAF decidió suspender a Togo por «ingerencia gubernamental».

Hayatou también acusó a periodistas europeos de «neocolonialismo» este mismo año en la Copa de África en Guinea Ecuatorial, por pedir sanciones contra actos violentos en un partido de semifinales del torneo.

Fuente: infobae.com