Imponente show de Maná en Vélez

El grupo mexicano se presento luego de cinco años de espera y le hizo sentir a los casi 30 mil fanáticos que vibraron, cantaron y bailaron la pasión de su cama incendiada tour, con el que presentan el ultimo disco.

El grupo, que arrancó el tramo argentino del tour con presentaciones en Corrientes y Mendoza, se volverá a presentar esta noche en Liniers, en su despedida de Buenos Aires, para luego continuar con la gira en Rosario, Córdoba y Tucumán.

Los mexicanos, que vienen de recibir la Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, dejaron en claro a lo largo de dos horas y media de show por qué se consagraron como una de las bandas de rock latino más importante del mundo en la actualidad.

Sobre el imponente escenario, los mexicanos entregaron anoche una producción técnica digna de los más altos estándares internacionales, con un sonido excepcional, decorado con una pantalla de led gigante en el fondo del escenario y dos más a los costados, potenciando el impacto visual.

Al ritmo de «Tu prisión», uno de los nuevos hits de su último disco, el grupo subió al escenario, para ponerle fin de esa manera a la larga espera de los fans, que desde temprano comenzaron a llenar el Amalfitani.

«Arriba Buenos Aires», saludó Fher, el cantante, arrancando el primer alarido de la multitud, y prometiendo que se iba «a dejar el alma y la vida» a lo largo del show.

«Corazón Espinado», el tema grabado con Carlos Santana, le dio continuidad a la noche y fue poniendo más picante a un público festivo y dispuesto a pasarla bien.

Los clásicos y los nuevos temas se fueron sucediendo uno detrás de otro: «Adicto a tu amor», «Eres mi religión», «Cuando los ángeles lloran», «Ironí­a», «Bendita tu Luz» (junto a Vicky, ganadora del concurso de talentos que organizaron).

Un momento especial del show se dio cuando en la pantalla gigante apareció la colombiana Shakira, para cantar a dúo «Mi verdad», el gran éxito del cd «Cama Incendiada».

Con el público en la palma de su mano, ya seducido y poseí­do, llegó el tiempo de «En el Muelle de San Blas», «Me vale» y una versión rockera de «El Rey», el clásico mexicano de José Alfredo Giménez, y «Clavado en un bar».

Los oriundos de Guadalajara tienen un gran compromiso ecológico y social, sobre todo con los inmigrantes legales o ilegales latinos en Estados Unidos, por esa razón, recordaron algunas opiniones del estadounidense Donald Trump, candidato a presidente, y le aseguraron que «cuanto más alto sea el muro que quiera construir, más larga será la escalera para cruzarlo».

Como ya es clásico en los conciertos de Maná, los momentos del talentoso guitarrista Sergio Vallín, pero sobre todo, el impecable solo del baterista Alex González, sobre una tarima que se elevó 3 metros de altura, además de girar, moverse hacia adelante y los costados y lanzar fuego, donde despliega todo su potencial, carisma y genio escénico, deslumbraron al público.

Promediando el concierto, los cuatro integrantes de la banda abandonaron el escenario principal y se trasladaron a una isla, ubicada en el medio del campo, para ofrecer un popurrí­ acústico, que incluyó «Te lloré todo un rí­o», «El reloj cucú» y «Vivir sin aire», para culminar el set invitando a subir a una chica, agasajándola con una cerveza, y dedicarle «Si no te hubieras ido», de Marco Antonio Solí­s.

El regreso al escenario central fue para encarar la despedida con «Clavado en un bar» y «Oye mi amor», pero ante el pedido unánime y enérgico de las 30 mil almas para que sigan, volvieron para coronar la noche con «Labios compartidos» y «Rayando el sol».

Las luces y los fuegos artificiales le pusieron el broche dorado a una noche esperada por «los fanáticos más chingones del mundo».

Fuente: telam.com.ar

 

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