Sectores de izquierda marcharán en 30 ciudades, «en defensa de la democracia», mientras la oposición acampa en la calle esperando la caída del gobierno.

La izquierda brasileña convocó este viernes a sus desmovilizadas bases a levantar cabeza para resistir a la embestida política y judicial contra la presidenta Dilma Rousseff, cinco días después de una protesta antigubernamental que sacó a tres millones de personas a la calle.

El gobernante Partido de los Trabajadores (PT), la Central Única de Trabajadores (CUT) y diversas organizaciones sociales llamaron a manifestarse en unas 30 ciudades, «en defensa de la democracia, de los derechos de la clase trabajadora y contra el golpe», en referencia al proceso de destitución que la oposición quiere abrir en el Congreso contra Rousseff.

La jornada será de alta tensión, dado que miles de opositoressiguen expresando sus reclamos después de las masivas marchas del domingo. Y su determinación redobló tras la polémica designación del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), investigado por corrupción en el marco del escándalo Petrobras, como jefe de gabinete de Rousseff.

Una veintena de carpas aparecían esta mañana entre las miles de personas que protestan desde el miércoles en San Paulo: sus ocupantes dicen que permanecerán en la calle hasta que caiga Rousseff.

La neurálgica avenida Paulista de la capital financiera de Brasil ha sido el epicentro de las protestas de la oposición. Fue allí donde se congregaron el domingo 1,4 millones de personas y donde este viernes el oficialismo espera también manifestarse.

«De aquí no nos movemos», asegura Cristiane Galvao, de 44 años, una de las participantes de una protesta que comenzó la tarde del miércoles cuando se anunció que Lula sería nombrado jefe de la Casa Civil.

Fuente: clarin.com