Por: Paula Soledad Perotti (corresponsal de FM Costa Sur en Buenos Aires).

En la noche de ayer, el país entero, su capital, se vistieron de celeste y blanco para dar comienzo a las celebraciones del bicentenario de la independencia. Camisetas, ponchos albicelestes, banderas y gorros desfilaron la 9 de julio para llegar al acto central, organizado por el gobierno nacional, en uno de los laterales del Teatro Colón.

Siendo las nueve de la noche, media hora más tarde de lo anunciado, la oscuridad se vio interrumpida por un espectacular juego de luces sobre el escenario principal, que se repetía en el frente del teatro. Cabe destacar la impactante puesta en escena que se pudo observar en el extenso acto que duró más de tres horas.

Desde sus casas, el país entero pudo disfrutar de artistas como César Isella, Sandra Mihanovich (quien fue ovacionada junto a Raúl Lavié por su interpretación de “luna de Tucumán”), David Lebón y la Orquesta Polo Bandoneón, el bandoneonista Walter Ríos y Tomás Lipán. Además el cuerpo de baile del teatro Colón se lució junto a su director Maximiliano Guerra y Cecilia Narova.

Lamentablemente, quienes no pudimos disfrutar de los números en escena, éramos los presentes. Exceptuando a quienes se encontraban en las gradas frente al escenario, el resto del público estaba sujeto a observar el espectáculo por una pantalla gigante que se ubicaba sobre la 9 de julio. La misma, mostraba primeros planos confusos, movimientos desprolijos de cámaras y planos muy cortos que no dejaban apreciar la puesta en escena, y muchas veces ni entenderla. Estas condiciones sumadas al frío de la noche, hicieron que varias personas se retiraran del lugar antes de la mitad del show.

Una vez terminado el espectáculo, la desconcentración fue rápida, el operativo de seguridad fue eficiente y no se registraron incidentes. Ahora la dificultad se encontraba en la vuelta a casa, ya que las líneas de colectivos funcionaban de manera irregular y con el recorrido cambiado por la ubicación del escenario, lo que dejó a más de uno a pie u obligado a gastar un poco (mucho) más e ir en taxi.