Luego de que una vecina sufriera una intoxicación porque tocó a su perro que había sido envenenado, los vecinos piden que busquen al agresor, que tira trozos de carne o pollo envenenados en la vía pública. Los vecinos temen por los chicos, que puedan tocar veneno accidentalmente.

Los vecinos de la localidad platense de Ignacio Correas, ubicada a 19 kilómetros de la capital provincial, están preocupados desde hace años por una matanza de perros con veneno que ya terminó con por lo menos 200 animales, pero ahora, además, una vecina sufrió intoxicación cuando intentó salvar a su mascota y tomó contacto con el veneno.

En esta localidad de 300 habitantes, los vecinos están preocupados. Es que los chicos del barrio ya no pueden jugar al aire libre, en la escuela tienen que tomar recaudos y los padres no paran de darles indicaciones para que no se revuelquen en el pasto, que no toquen animales, que no tomen cosas del suelo o que se laven las manos a cada rato. “Acá hay un jardín y una escuela, los chicos tienen huerta, manipulan tierra, dentro de la escuela tenían mascotas, que murieron”, cuenta una vecina.

Una señora contó el caso de su hija, que intentó salvar a una de sus mascotas y le metió sus manos en la boca. “Se hinchó toda, y no sólo ella sufrió el efecto del veneno”, dijo. De allí fueron al hospital donde le inyectaron medicación y ahora le harán un análisis de sangre para saber si tiene veneno en sangre.

“Esto pasa desde hace años, pero en estos últimos dos años fue masiva, empezó a tirar veneno cada dos o tres meses, y en cada tirada de veneno mata a 10, 20, una vez 30 perros. Lo tiran en pedacitos de carne, carcasas de pollo, bolitas de grasa. Esto ya se fue de las manos”, contó otra vecina, que tiene hijos chicos y está preocupada.

“Uno ya tiene miedo que los chicos se agachen para atarse los cordones”, grafica otra vecina.

Clarin