Advierten que los precios de los alimentos juegan a favor de la política del BCRA

La «desaceleración» del ritmo de crecimiento de los precios «se verifica en las distintas canastas de productos», señaló el IERAL de la Fundación Mediterránea.

Los precios de los alimentos han subido un 18%, tanto en Ciudad de Buenos Aires (IPC CABA) como en Córdoba (IPC CBA), casi 5 puntos por debajo de la inflación general, por lo que juegan a favor de la política antinflacionaria impulsada por el Banco Central (BCRA).

Así lo consignaron en un estudio los economistas del Instituto IERAL de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón y Federico Wyss.

Los especialistas consideraron que «un determinante ha sido la desaceleración del ritmo de depreciación del peso (+15% de variación del tipo de cambio)».

«Aunque la correlación entre los movimientos de precios de alimentos y de tipo de cambio luce menor a la que se observaba con el anterior Gobierno, ésta sigue siendo positiva y alta, del 0,6 entre diciembre 2015 y julio 2017″, añadieron.

Dentro del rubro alimentos la dinámica de precios es muy heterogénea, con grupos de productos creciendo por encima y debajo de la media, acotaron.

«En lácteos, las restricciones de oferta explican el encarecimiento relativo de estos productos; exactamente lo contrario sucede en el mercado de carnes, donde una provisión abundante de las tres carnes dominantes (vacuna, aviar y porcina) mantiene contenidos los precios«, señalaron.

En tanto advirtieron que «salvo que se produzca una aceleración importante en las exportaciones o una profundización de la retención de vientres bovinos, dos fenómenos de relativa baja probabilidad, parece difícil que los precios internos de las carnes recuperen poder de compra en lo que resta del año, una buena noticia para el plan de estabilización, pero no tanto para los productores».

«Por su parte, lácteos es ahora un mercado mucho más nivelado en sus condiciones de oferta y demanda respecto de 2015 y 2016.

Así, su dinámica de precios no debería desviarse en forma significativa de la evolución del resto de precios de la economía», agregaron.

Consideraron que «la inflación diluye su intensidad en el 2017, en una lenta pero sostenida convergencia (desde arriba) a las metas establecidas por el Banco Central, las que se consolidan como una referencia para anclar expectativas».

«La desaceleración del ritmo de crecimiento de los precios se verifica en las distintas canastas de productos que hacen al gasto habitual de una familia, incluyendo el rubro alimentos, donde la inflación se muestra incluso varios por puntos por debajo del nivel general», añadieron.

Desde otra perspectiva, evaluaron que «los precios de los alimentos, creciendo a tasa decreciente y por debajo de la general, han contribuido a desacelerar la inflación y descomprimir la presión que ejerce la suba precios sobre el ingreso familiar».

Infobae

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