El Gobierno inició ayer un recorte en la plantilla de Télam, la agencia estatal de noticias. En términos porcentuales, ningún organismo del Estado en la gestión de Mauricio Macri implementó un ajuste de ese tipo: de los casi 1000 empleados -periodistas, fotógrafos y administrativos, entre otros- que se desempeñan en la organización, se irán más de 350, lo que implica una reducción de al menos el 35% en los puestos de trabajo.
El titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, justificó los despidos por la herencia que dejó el kirchnerismo. «La administración anterior vulneró, despreció y destruyó este sentido último [contar los hechos con objetividad]. La propaganda se enmascaró detrás del periodismo. La información tendenciosa y las operaciones sucias fueron la tónica de la época. Los lobos se disfrazaron de corderos, la propaganda se disfrazó de periodismo», sostuvo el funcionario en un post en Facebook.
En un contexto de reducción del déficit mediante el ajuste del gasto, la decisión oficial de aplicar recortes de personal y ajustes en Télam tiene también una lógica contable. De acuerdo con los últimos datos oficiales disponibles, los ingresos genuinos de la agencia apenas cubren a razón de un tercio de los salarios que se pagan anualmente, y el Estado puso el año pasado $731,5 millones, según sus previsiones presupuestarias. Sin embargo, en 2017 la agencia registró una pérdida cercana a los $30 millones, según las cifras que cotejó LA NACION a partir de documentos públicos.
El presupuesto de Télam para el año pasado, publicado en el Boletín Oficial luego de su aprobación por parte del Ministerio de Hacienda, a cargo de Nicolás Dujovne, preveía que la agencia tendría ingresos por $972,1 millones. Pero la mayor parte provino de transferencias del Tesoro y sólo $240,6 millones de ingresos genuinos a través de facturación, como la venta de servicios informativos y de documentos fotográficos.
Los gastos son mayores que sus ingresos. En 2017, por caso, tuvo erogaciones por poco más de $1000 millones. Destinó $619,27 millones al pago de salarios (poco más de $50 millones mensuales).
Si bien Lombardi criticó el supuesto sobredimensionamiento de la agencia pública, las cifras muestran que el ímpetu por la reducción de la plantilla llegó recién después de dos años y medio de gestión.
A fines de 2016, trabajaban en Télam 940 empleados de manera permanente, de los cuales 68 ocupaban cargos directivos. Las previsiones oficiales según el Plan de Acción -un documento que se adjunta a su presupuesto de 2017- de la empresa a diciembre del año siguiente indicaban que la plantilla crecería hasta los 970 empleados (un incremento del 3%), entre los cuales se sumarían dos directivos.
En el citado Plan de Acción no hay pistas de la reducción de personal que se anunció. Indica, por ejemplo, que «serán fortalecidos los recaudos ya adoptados con vistas a: preservar el ambiente humano de trabajo y asegurar, afianzar y potenciar el desarrollo progresivo, sostenido, adecuado y armónico del capital humano con que cuenta la sociedad, todo ello, con la finalidad de lograr, en forma paulatina pero constante, el mejoramiento de la calidad y cantidad de servicios ofrecidos por cada una de las áreas integrantes de la empresa».
En ese documento, que se publicó en el Boletín Oficial, se detalla el objetivo de lograr «en forma progresiva y en función a la implementación de cursos de acción a mediano y largo plazo que tengan por marco de referencia, entre otros, a los criterios de liderazgo, enfoque en el cliente, desarrollo del personal, información y análisis, planificación, aseguramiento y mejora de calidad, se encuentre habilitada para ser considerada como un serio postulante para alcanzar el Premio Nacional a la Calidad».
En paralelo, existe otra Télam que no tiene actividad, pero que aún le genera gastos al Estado. Se trata de la vieja empresa Télam Sociedad Anónima Informativa y Publicitaria (Télam SAIyP), antecesora de la actual, que fue disuelta y declarada en liquidación en 2001 junto a la antigua ATC, cuando se creó el Sistema Nacional de Medios Públicos que absorbió la operación de la agencia y el canal de televisión estatal.
Desde entonces, Télam SAIyP no tiene actividad pero cada año recibe presupuesto. Entre 2003 y 2017, esta empresa recibió $96,3 millones (poco más de US$20 millones). Para 2018, su déficit previsto es de $1.802.137.
La Nación